Juego de niños: Atención, peligro
Como todo el mundo sabe, la leche materna es una sustancia peligrosa, corrosiva y altamente contaminante. Debe de ser por eso que el pasado 25 de junio expulsaron a una madre de la piscina para bebés del Polideportivo de Erandio, mientras amamantaba a su pequeño de seis meses y atendía a su hija de cinco años. Para algunos, o sea, algunas y algunos, la visión de una madre lactante es un panorama turbador. Qué terrible amenaza para niños y mayores. La mojigatería se solapa con argumentos de asepsia piscinera. “No se puede comer en la piscina”, aducen desde el Polideportivo. “Podría derramarse algo de leche”, continúan. Y eso lo dicen cuando los usuarios hacemos la vista gorda a pises, babas, sudores y demás elementos que nadan en las piscinas. Por no hablar del estado del suelo de vestuarios y duchas a las ocho de la tarde. Si al borde de la piscina para bebés una madre que da teta a demanda no puede calmar a su hijo de seis meses ¿dónde podrá? Si en los pocos espacios públicos habilitados para los más pequeños demuestran semejante sensibilidad hacia sus necesidades, apaga y vámonos. Vámonos a dar teta a otro sitio, quiero decir. Al vestuario, al water o a una bonita sala de lactancia con luz artificial y música ambiental. Aun ghetto cutre o a otro de colorines, qué mas da. Elene Ortega Gallarzagoitia © humorenlared.com |
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