Cómo se hace: ¿Cómo se hace la cinta adhesiva?
Desde el comienzo de los tiempos, el ser humano ha intentado encontrar apaños para elaborar sus ñapas de manera más rápida, de forma que tuviera más tiempo para comer el bocadillo de media mañana. Desde que se desarrollaran los primitivos morteros de cal en el Neolítico, hasta la aplicación de la argamasa y el cemento ya en época de los romanos, el desarrollo tecnológico ha avanzado para encontrar sistemas más chapuceros y temporales de fijación de materiales, sí, pero más apañados. Los primeros intentos de desarrollar una cinta adhesiva de fácil aplicación, se remonta a los asentamientos de Çatalhöyük. Los ingenieros de la época escupián en tiras de cuero que pegaban en los intersticios de las murallas para disimular defectos de fabricación. Con el tiempo, de la saliva pasarían a los gargajos mucosos y, los más aventados, a materiales de compostaje. La cinta adhesiva tal como la conocemos fue inventada en 1925 por Richard Drew de la empresa 3M. Se trataba de una cinta con papel en el dorso, a partir de esta se crearon las cintas transparentes y otras. Se hace con compuestos de ácido etético extraídos de la madera, de las fibras de algodón o de tiendas especializadas, lo cual es mucho más descansado y evita poner el laboratorio de casa hecho unos zorros (y tenerlo que limpiar luego, claro). La mezcla está formada por varios materiales diferentes sin tratar, con los que se forman hojas empaquetadas en rodillos. Tras agregar el adhesivo, el material resultante se procesa, bien en juicio sumario o mediante un simple pleito administrativo. © humorenlared.com |
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