Butaca de Gallinero: Rajaos
Todo ese rollo de “basado en una historia real” está muy bien, pero las grandes productoras de Hollywood, cuando tienen que elegir entre apostar por el morbo revienta-taquillas y evitar las querellas judiciales revienta-presupuestos, suelen optar por lo segundo. Aunque de manera subrepticia, claro, tampoco van a dejar escapar un filón. Pero muchas veces lo que podría ser un film polémico y controvertido acaba convertido en un escandalillo descafeinado e inofensivo. Es lo que sucede con Welcome to New York, la película dirigida por el otrora provocador Abel Ferrara, que nos han vendido como el descenso a los infiernos de Dominique Strauss-Kahn tras su lujurioso episodio con una camarera de hotel. Resulta que el nombre del personaje que interpreta Gérard Depardieu (o el oso bezudo que desde hace años vive dentro de Depardieu) es Devereaux. No vaya a ser que el ejército de abogados del ex Director Gerente del FMI decida hacerse una colcha con la piel de los productores de Wild Bunch. Lo mismo sucedía con El Informador (2000), película en la que Giovanni Ribisi interpretaba a Seth Davis, que era en realidad Jordan Belfort, El Lobo de Wall Street, en sus early years. Porque una cosa es tener olfato de morbo y otra ser un kamikaze. Y no está el negocio como para andar haciendo tonterías. Roberto Aguirre © humorenlared.com |
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