Mens Insana: La Pesadilla de un Sueño
El conflicto entre Israel y Palestina no es algo nuevo. Lo que sí puede serlo, y resultar alucinante e inconcebible, es el nazismo dentro de sus fronteras. Y esta vez nada tiene que ver con el pueblo palestino. Tras el derrumbe de la Unión Soviética, muchos rusos con ascendencia judía emigraron a Israel ante la promesa de una vida mejor. Pero estas personas carecían de un vínculo con la cultura judía. Y los hijos de éstos por descontado. Se trata de jóvenes ciudadanos que se sienten rusos y que no están integrados en la sociedad israelí porque en muchos casos también pesa la discriminación sobre ellos. Aunque no son los únicos: árabes, y migrantes africanos sinpapeles también la padecen en la que algunos consideran “la única democracia de Oriente Medio”.
Los nazis israelíes agreden a sus conciudadanos y atacan edificios públicos. Ni las sinagogas se libran. El gran problema de “La Tierra Prometida” está dentro. En esa tierra confluyen judíos y sus descendientes, no importa de qué parte del mundo lleguen. Pero no todos parecen sentirse igual de cómodos. Siempre les quedará EEUU. Que el bueno de Obama les ceda una parte del territorio para una segunda versión, mejorada, del Estado de Israel. ¿A que no sería mala?. Sheila Blázquez © humorenlared.com |
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