marzo 24, 2015

Puños fuera: Zaharrak berri

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El colmo de la modernidad en su templo por antonomasia, el Pompidou de París, fue incorporar a su plantilla un pequeño rebaño de ovejas, para mantener a raya su césped. Ahora, llegan a la provincia una nueva modalidad de contenedores, los marrones, que añaden a la nebulosa gama de posibilidades de reciclaje urbanita, la de aportar los desperdicios vegetales, con los que las autoridades abonarán la poca tierra cultivable que no han arrasado, esta vez bajo el nombre mucho más fashion de compost.

A comienzos de año (y como un burdo remake del cambio que se prometiera allá por los ochenta, con el que se inauguró la era de prosperidad democrática ya fallecida), se inició el nuevo ciclo electoral en el que se volverán a descubrir las Américas de garantizar bajo remozadas promesas de buena gestión, el derecho ciudadano al confort, el cual resurgirá sí o sí de las cenizas de la malversación, para igualar por lo menos los niveles anteriores al crash capitalista. Mas esta vez no hará falta teñir con canas las patillas del aspirante para añadirle credibilidad; esta vez la promesa de eterna juventud del capitalismo humanizado vendrá con coleta o con pendiente.

Jtxo Estebaranz©humorenlared.com

 

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