Debajo de la palmera: No interrumpan ustedes el sueño eterno del General
El comienzo del siglo XXI acarreó un giro decisivo en la política española de la memoria, desde la consagración del olvido y la clausura en nombre de la estabilidad, la integración y la prosperidad, hasta el patrocinio de la recuperación de la memoria en pro de la verdad, el reconocimiento y la justicia. Este artículo toca uno de los miles de escamoteos de un discurso político que justificó el olvido por razones pragmáticas. También sugiere que la política del olvido promovida por las élites españolas tras el final de la dictadura franquista extendió el legado de Franco más allá de su muerte, basando el nuevo régimen democrático en los hábitos políticos inculcados bajo el gobierno autoritario. Una ley reciente, promulgada en 2007, que proclama el reconocimiento y ampliación de los derechos de las víctimas de la Guerra Civil y de la dictadura, no se cumple. Fue un movimiento corto que hizo el gobierno Zapatero que, la mayoría absoluta de Rajoy, no ha movido ni en una coma eliminando cualquier presupuesto para que se pueda hacer algo.Aquel movimiento fue visto como parte de la continua negociación que todo estado democrático se ve forzado a conducir. El reconocimiento ofrecido a las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura franquista es parte de una batalla librada por el Estado para cubrir la retaguardia, reconociendo que una política de olvido ya no es más legítima, pero procurando frenar las demandas de justicia. Y a tal efecto y en relación con el Valle de los Caídos y otras demandas se concluye que, más que imponer una renovada clausura sobre los crímenes del pasado mediante el reconocimiento de las víctimas, la ley ha de desencadenar demandas de compensación, castigo y formas adicionales de recordación. Por todo esto le pregunté al gobierno lo siguiente: RESPUESTA DEL GOBIERNO RAJOY: Por último, cabe informar que en el futuro el Gobierno tiene previsto seguir realizando las actuaciones necesarias para garantizar la mencionada seguridad del recinto. Madrid, 30 de marzo de 2015” Esta fue la respuesta que me dieron con trampa incluida ya que me dicen que nada se puede hacer pues no hay consenso, pero ¿quién impide el consenso? Muy sencillo: el PP. Y en consecuencia ahí sigue el dictador durmiendo el sueño de los injustos, en su caso, por toda la eternidad. Iñaki Anasagasti © humorenlared.com |
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