agosto 22, 2015

Península Histérica: Tsipras

columna_miguel_cabecera_gr
Renuncio a entender lo sucedido en Grecia durante “las negociaciones” del mes de julio. Obvio es el deseo de venganza de la burocracia de Bruselas capitaneada por Alemania, pero no deja de ser sorprendente la actitud de Tsipras.

Convocar un referéndum en el que el pueblo expresa claramente que quiere optar por otras medidas y acabar firmando un memorándum mucho más duro que el ofrecido escasos días antes, es un jarro de agua fría sobre la sociedad civil no sólo de Grecia, si no de toda Europa. Malo sería si lo hubiera hecho la derecha o la socialdemocracia, pero que lo haga la autodenominada izquierda alternativa de Syriza es cuanto menos descorazonador.

A estas alturas sólo puedo extraer cuatro conclusiones. Que la gente está dispuesta a vivir de otra manera, o por lo menos eso expresa cuanto tiene la oportunidad de hacerlo. Que la política oficial, por más radical que se maquille, acaba recreando los mismos errores que quienes se visten de oficialistas. Que el poder tiene un halo embriagador, que impide a cualquiera que lo acaricie conservar incluso la dignidad de dimitir. Y que mientras no se presente un programa social de superación o abandono del capitalismo, estaremos irremisiblemente atados a la fiera que nos devora.

Miguel Fernández © humorenlared.com

 

Pincha aquí para ir a otras columnas de Miguel Fernández

Pincha aquí para ir a las columnas de los colaboradores más buscados