Hotel y Domicilio: El rostro de un ángel
Las películas sobre crímenes y procesos tienen su gracia cuando a) se trata de crímenes de ficción, b) se trata de crímenes legendarios y c) se trata de crímenes ordinarios resueltos de manera transparente lejos de toda duda razonable. Por eso no se sabe muy bien qué se le pasó por la cabeza al amigo Winterbottom, director del documental La doctrina del shock, a la hora de meterse en este berenjenal, basado en un caso real y reciente. La trama gira en torno a la investigación, o encontronazo, de un director de documentales (ah, el auto homenaje) y una periodista del caso de Amanda Knox, una joven acusada, junto con su novio, de haber matado en 2007 a su compañera de piso. Como la vida real no es como las películas, lo que en el cine sería una oda a la libertad y a la justicia, en el el mundo cruel que habitamos, la puesta en libertad de Knox levantó ampollas. Máxime cuando una inmigrante africano que clama por su libertad sigue entre rejas, a Knox solo le falta que le pongan el nombre a una calle en Estados Unidos y la muerta sigue, ejem, muerta. Horacio Sandoval © humorenlared.com |
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