noviembre 18, 2015

Hotel y Domicilio: El rostro de un ángel

cabecera_EK175_hotel
r174_hotel

Las películas sobre crímenes y procesos tienen su gracia cuando a) se trata de crímenes de ficción, b) se trata de crímenes legendarios y c) se trata de crímenes ordinarios resueltos de manera transparente lejos de toda duda razonable. Por eso no se sabe muy bien qué se le pasó por la cabeza al amigo Winterbottom, director del documental La doctrina del shock, a la hora de meterse en este berenjenal, basado en un caso real y reciente. La trama gira en torno a la investigación, o encontronazo, de un director de documentales (ah, el auto homenaje) y una periodista del caso de Amanda Knox, una joven acusada, junto con su novio, de haber matado en 2007 a su compañera de piso. Como la vida real no es como las películas, lo que en el cine sería una oda a la libertad y a la justicia, en el el mundo cruel que habitamos, la puesta en libertad de Knox levantó ampollas. Máxime cuando una inmigrante africano que clama por su libertad sigue entre rejas, a Knox solo le falta que le pongan el nombre a una calle en Estados Unidos y la muerta sigue, ejem, muerta.
Como Winterbottom es un esteta y un provocador, la película sobre una película sobre un crimen conocido es todo un ejercicio de estilo, dubitativo y atmosférico, como una partida de rol de Los Mitos de Chtullu, que, cuando empiezan los títulos de crédito, nos deja con la sensación de que la cosa no ha estado mal pero que no nos ha llevado a ninguna parte. Más o menos como una partida de rol de Los Mitos de Chtullu.

Horacio Sandoval © humorenlared.com

 

¿Te has quedado con las ganas? Tienes más de 3.400 puntos de distribución de EL KARMA

Y si quieres la revista en tu casa todos los meses suscríbete

Pincha aquí para ir al sumario de EL KARMA nº 175