junio 25, 2016

Gora Euskadi: A San Fermín venimos

Barack Obama, presidente saliente de los Estados Unidos, que deja el convento en noviembre, mientras la sombra de Donald Trump se cierne sobre la de Hillary Clinton, visita el Reino de España del 9 al 11 de julio. Es la primera visita de un presidente norteamericano desde la de George W. Bush en 2001. Algún fan de Hugo Chávez podría decir que aún no se ha terminado de ir el olor a azufre de la finca de Quintos de Mora. Obama visitará a Felipe VI y al presidente en funciones Mariano Rajoy, cuando las urnas del 26J estarán todavía calientes. Barack acudirá de visita oficial con temas pendientes en su agenda presidencial, como la seguridad europea, la lucha contra el yihadismo y la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión. Pero eso son fruslerías. Al público lector le preocupan asuntos más trascendentes y cruciales. Será por eso que Deia publicaba en su web el 1 de junio la noticia encabezada por el titular: “El portavoz de la Casa Blanca: «Posiblemente Obama esté interesado en ir a los Sanfermines, pero no lo sé». Earnest, ha querido ser campechano, como son los americanos cuando quieren hacerse de querer, y le han tomado la palabra.

Que no digo yo que al POTUS no le llame la atención emular a Hemingway, otro americano, algo más caucásico, pero como que no me lo imagino corriendo delante de los astados. Que puedo entender que dejarse caer por la calle Estafeta de Iruñea le ayude a olvidarse de quebraderos de cabeza como el espaldarazo que le ha dado a Trump todo el asunto del Obamacare y lo de las insignias kurdas en los uniformes de los soldados americanos destacados en Siria. Que no digo yo que no. Pero a los redactores del diario les han hecho los ojos chiribitas, como a Marujita Díaz, imaginando al presidente visitando Euskalherria vestido de blanco con pañuelo rojo. Y, por qué no, ya que está por la zona, podría dejarse caer por las Bardenas Reales. A lo mejor podrían organizarle unos buenos ejercicios de bombardeo conjuntos entre el Ejército del Aire y las Fuerzas de la OTAN. Porque Eisenhower sí que visitó Torrejón en el 53. Total, una vez que se entra en el sueño de Bienvenido Mr. Marshall, el cielo es el límite. Pero de eso no decía nada el artículo. Para la próxima.

Héctor Sánchez © humorenlared.com

 

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