1.- ¿Qué te provocaba más miedo durante la infancia?
a.- La infancia es una época para no tenerle miedo a nada. Sin responsabilidades, sin obligaciones, solo el viento en la cara y la nariz de algún empollón contra tus nudillos.
b.- Los exámenes sorpresa. Y la zapatilla de mi madre. Para que luego hablen del revés de Djokovic.
c.- El monstruo bajo mi cama. Le gustaba provocarme sueños en los que el matón de clase me reventaba la nariz a puñetazos después de un examen sorpresa.
2.- Una persona desconocida se te queda mirando fijamente. Tú…
a.- Yo, si me atrae sexualmente, la beso apasionadamente. Si no, según me dé. Lo mismo me cago en su familia, que le doy una patada en la rodilla, que le recomiendo una óptica…
b.- Yo intento evitar el contacto visual. O es un turista preguntando por una dirección o es un Testigo de Jehová o alguien a quien se la he liado estando de borrachera y no recuerdo.
c.- Yo me cago encima. Seguro que es un ultracuerpo tratando de arrebatarme la voluntad para convertirme en un zombie sin alma. O algo.
3.- Cuando debo exponerme a una intervención médica algo compleja…
a.- Le pregunto al cirujano a ver si me dejan operarme sin anestesia. A ver qué se siente. Y para asegurarme de que no hacen chistes sobre mí mientras estoy inconsciente.
b.- Rezo por que salga algo mal, tampoco irreversible, y sacarme una pasta con el dinero de la indemnización. Vivir con dos pulmones está sobrevalorado.
c.- Me entran sudores fríos y trato de asumir que es el final. El médico dirá que extirpar un padrastro no tiene riesgo, pero yo sé que miente para tranquilizarme.
4.- Estás durmiendo en tu habitación y no hay nadie en casa. De repente oyes un ruido en la cocina. ¿Qué piensas?
a.- Que con suerte es un ladrón con el que practicar al fin mis clases de Krab Maga. Y tal vez estrenar mi nueva katana. Por soñar…
b.- Que era mala idea lo de intentar arreglar la campana extractora con cinta adhesiva. La factura del servicio técnico sí que va a dar miedo…
c.- Que la mafia albanesa ha venido a secuestrarme y torturarme. Y seguro que el monstruo bajo mi cama no mueve ni un músculo.
5.- Te regalan un salto en paracaídas. ¿Cómo reaccionas?
a.- Pues sin demasiado entusiasmo. Mis amigos siempre me regalan lo mismo. Eso y lo de nadar entre tiburones blancos en ayunas. Pero la jaula de titanio le quita toda la gracia.
b.- Si el instructor de salto no se me queda mirando fijamente con una especie de tic nervioso… ni tan mal.
c.- Grito, tiemblo, me tiro al suelo y me pongo en posición fetal, lloro… Eso cuando me lo dijesen. Supongo que mis válvulas cardiacas ya habrían estallado antes de pisar el avión.
MAYORIA DE A
No le tienes miedo a nada. Eres una persona aventada, temeraria y tremendamente inconsciente. El miedo es necesario en la vida. No, es broma. Te envidio profundamente.
MAYORIA DE B
Eres una persona relativamente miedosa. Las grandes amenazas te asustan y las pequeñas te provocan la típica comezón que te anima a salir huyendo pero no sabes a dónde.
MAYORIA DE C
Todo te aterra, todo te angustia, todo te da pánico. Vives en un estado constante de pavor ante lo que te rodea. O te imaginas. Tu patetismo hace que ni los monstruos se te acerquen.
Ainara Segura © humorenlared.com |