Hay una cosa a tener muy en cuenta a la hora de escribir una información periodística: el contexto. El contexto y la mesura, para ser más precisos. En realidad son conceptos a aplicar en muchas facetas de la vida. Por ejemplo, a nadie se le ocurriría programar Serpientes en el avión o Aeropuerto 75 durante un vuelo transoceánico. Y mucho menos Tira a mamá del tren en el transcurso de un apacible viaje en el AVE. Para no dar ideas, más que nada. Tal vez, a lo mejor, por comentar, sean acciones inoportunas. Sin embargo, con esto en mente, o no, en EL CORREO no han podido resistir la tentación. Así, en la edición del miércoles 5 de octubre, el diario dedica una página completa a la siguiente noticia: “Interceptados dos bombarderos rusos sobre aguas de Bilbao”. Da igual que Rusia acabase de lanzar una ofensiva aérea masiva en Alepo. Lo mismo da que el lector incauto ya se viese preparando los actos conmemorativos del aniversario de la Revolución de Octubre en la plaza Moyua. O emulando a Patrick Swayze en Amanecer rojo.

Pasado el soponcio, la cosa, como siempre, no era para tanto. Resulta que los aviones apenas llegaron a sobrevolar la costa vizcaína (el término “costa de Bilbao” parece una licencia literaria como otra cualquiera para agilizar la monotonía redaccional) antes de poner rumbo a Irlanda. En ningún momento parece que los aviones rusos fijaron sus misiles aire-tierra contra la estatua del Corazón de Jesús, ni decidieron acelerar las obras de la línea 4 del metro con sus bombas de caída libre KAB-1500. Lo que parecía un nuevo movimiento en la política expansionista de Putin no llegaba ni a un triste vuelo de reconocimiento en busca de níscalos. Pero el periódico de Vocento no podía dejar de pasar la oportunidad. No todo iban a ser detalles escabrosos del proceso contra los violadores de Sanfermines o la última información sobre la saga de los Pitxis. Hay muchas maneras de hacernos encoger el esfínter. Y lo saben.

Héctor Sánchez © humorenlared.com