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Ahondando en la materia del continuo linchamiento colectivo que ejerce la chusma desde sus teclados, tan a flor de piel hoy en día, creo que hablo en nombre de la mayoría de artistas, y en concreto letristas, si digo que estamos hasta las narices de la indigna censura que se ejerce sobre cualquiera que abra la boca.
Si de verdad creéis que cambiando la forma va a cambiar el fondo, si pensáis que ajusticiar a quien diga «maricón», «puta» o «negro de mierda» va a acabar con la homofobia, el machismo o la xenofobia que habitan en lo más hondo de todos -sí, también en vosotros-, es que no os habéis enterado de nada. Y estáis en vuestro derecho a pensar así, por supuesto, y yo puedo estar equivocado. Pero ¿de verdad vale la pena tener a TODOS los letristas de canciones acojonados, pensando en las prohibiciones de turno, y haciendo filigranas mayores aún que las que se hacían en tiempos de Franco? Sois como las beatas que pintaban ropa extra en los carteles en los que hubiera una mujer “desnuda” de rodilla para abajo. Me dais muchísima pereza, y creo que hoy en día hace falta cada vez más valientes (o inconscientes) del palo de Ignatius o Querido Antonio.
Juan Abarca © humorenlared.com |
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