Gora Euskadi: Humor con mensaje
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Si hay una profesión que contemporiza sobre manera con el periodismo, tanto en las habilidades necesarias como en los requisitos inherentes del oficio, esa es la de humorista. Ambas actividades dependen, en gran medida, del contexto y de las coordenadas temporales en las que se encuadran chascarrillo y texto periodístico. Hoy en día resultaría fallido tratar de arrancar la carcajada del lector con una disertación sobre empanadillas de Móstoles al tiempo que se emiten sonidos guturales de forma reiterativa. Eso el profesional del periodismo lo sabe, y se aplica el cuento. La actualidad manda. El contexto dicta. Y la redacción de la noticia debe obedecer a estas directrices. La gran vuelta de tuerca es aunar esas dos vocaciones profesionales. Una edición de EL CORREO lo conseguía. Apenas unos días después de que ETA lanzara los primeros trailers de la que sería su disolución de mayo y su intención de entregar la ferralla, el diario de Vocento, haciendo gala de gran olfato, se sube al carro de los desarmes. Como cuando, ante el inminente estreno de la última película de Fast & Furious una cadena generalista programa Frenos rotos, coches locos. Así, en la página 6 del diario, aparecía la noticia titulada «Una subasta de armas tomar», acerca de las subastas de armas sin dueño organizadas por la Guardia Civil. Humor y contexto. Chapó. La información no se priva de aplicar un tono de comedia policiaca setentera. Con vocación nostálgica, por el texto circulan Harry el Sucio y Curro Jiménez, como máximos artífices del noble arte de descerrajar unos cuantos tiros. «Y es que algunas piezas son dignas de admirar». Pero EL CORREO no quiere caer en la frivolidad. Nada más lejos de su intención. Aprovecha la ocasión para poner el dedo en la herida y recordarnos que, a pesar de los triunfalismos sobre el florecimiento de la economía, no son tiempos felices para el negocio del armamento. «La crisis ha golpeado de lleno al sector». Es el contrapunto dramático a tanta chanza y tanta chirigota. Cada vez se subastan menos armas. En 17 años ha descendido drásticamente el número de licencias «por la falta de relevo generacional», parece lamentar la noticia. Los jóvenes van perdiendo las tradiciones. Ya no se mata como antes. Héctor Sánchez © humorenlared.com |
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