julio 4, 2018

Gora Euskadi: Hablar del tiempo

La principal tarea histórica de los medios de comunicación es la de arrojar luz. Contar «la verdad, sólo la verdad, y nada más que la verdad», como decía Walter Matthau en Primera Plana. La prensa es el cuarto poder. La pata que mantiene firme la silla en la que se sienta la razón. Probablemente podría sentarse también en un taburete de tres patas, pero la estampa no quedaría tan lustrosa. Los periódicos apuestan por la objetividad. Y por el progreso. Y el racionalismo. Y rechazan el oscurantismo, la arbitrariedad y la superchería, que apartan al lector de la recta senda que ahonda sus raíces en el espíritu de la Ilustración.
Por eso, en virtud del espíritu cartesiano, los medios deben apostar por la formación del usuario, la divulgación y el rigor. Por eso Vocento no repara en gastos y le dedica una página entera de su periódico a las predicciones del pastor del Gorbea. «El pastor del Gorbea avisa: «No habrá ni tres días de sol seguidos en verano». En este caso el titular es irrelevante. Lo importante es el fondo. Y la forma (cinco columnas, nada menos). Y es que a veces no somos conscientes de los activos con los que contamos en el país. ¿Acaso no se antoja ahora un despilfarro haber invertido un dineral en la red Meteosat de satélites meteorológicos geoestacionarios construidos y lanzados por la Agencia Espacial Europea? ¿No cae prácticamente en el terreno de la malversación la creación y mantenimiento de la agencia vasca de la meteorología, y la web de consulta Euskalmet, que pagamos todos con nuestros impuestos? ¿No resulta todo eso un dispendio, cuando disponemos de la sabiduría del guardián del Alto de Barazar, que nunca confundirá el culo con las témporas? La apuesta del diario es clara.

Eso sí, debo disentir con algunos aspectos de la noticia. Como sucede con toda disciplina científica, siempre caben el cuestionamiento y la duda, que, por otro lado, hacen avanzar el progreso. Decir que va a hacer mal tiempo durante todo el verano en Euskadi no deja de ser un pronóstico conservador. Mucho más audaz sería hacerlo extensible a Canarias (no consta que exista un pastor del Teide). Tampoco el periódico establece mecanismos para constatar o refutar el pronóstico, ya que los vascos y vascas que se van de vacaciones no podrán ejercer de testigos y los que se quedan tenderán a exagerar, para un lado o para el otro, quedando eternamente en tablas la batalla del relato. Además, el matutino, tal vez demasiado entusiasmado por los superpoderes de este termobarómetro humano, exagera las competencias del pastor, que exceden a las de mero hombre del tiempo, y se hace eco de unas facultades proféticas de lo más agoreras: dice que los turistas huirán y las frutas no sabrán a nada. Cuánta tragedia para un reportaje que habla del tiempo.

Héctor Sánchez © humorenlared.com

 

Pincha aquí para ir a otras columnas de Héctor Sánchez

Pincha aquí para ir a las columnas de los colaboradores más buscados