septiembre 2, 2018

Hadouken! Hadouken!: Ludópatas

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Es el bailecito más de moda desde La Macarena y una de sus celebraciones hasta se coló en la final del Mundial. Me refiero a Fortnite, el fenómeno del momento, al que no puedes parar de jugar. O quizá sea tu hijo quien esté totalmente enganchado. Por si no fuera suficiente con que este producto se haya limitado a aprovecharse del trabajo ajeno, al plagiar descaradamente al mucho más feo PlayerUnknown’s Battlegrounds (lo que ha dado lugar incluso a una demanda, ya retirada), lo peor de todo es que ha vuelto a poner sobre la mesa un debate digno de los 90 en Antena 3: la adicción que generan los videojuegos.

Parece que el problema es que los chavales inviertan muchas horas en un juego mediocre, pero en realidad la cosa es mucho más grave. Lo preocupante no es que prefieran pasar su tiempo con los videojuegos en lugar de en actividades más provechosas como hacer deporte, leer a Saramago o usar Tinder. Lo peor de todo es que las noticias sensacionalistas al respecto obvian en muchos casos que esos juegos están diseñados como auténticas tragaperras, con elementos de azar para sacar el dinero a sus usuarios (muchas veces menores) como ya hemos denunciado aquí más de una vez, con Candy Crush, Clash Royale o los dichosos cromos del FIFA.

Koldo Gutiérrez © humorenlared.com

 

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