agosto 16, 2019

Devora y escupe: Par(t)o

Llevo casi tres meses viviendo en otro continente. Tres meses que parecen tres años y a la vez tres semanas. Me preguntan si mi vida ha cambiado, si yo he cambiado, cómo me siento, qué voy a hacer en el futuro, si voy a volver. He hecho un recuento y todavía tengo mis dos pies, ojos y una cabeza, y eso seguirá conmigo en cualquier parte del mundo a no ser que tenga un accidente, un imprevisto. Eso es lo que tengo, lo que he encontrado en este tiempo: mi cuerpo. A menudo acudo a esta frase: partir es siempre partirse en dos, de Cristina Peri Rossi. Partir es darte de hostias, dejar de leer la maldita prensa del país adjudicado, de responder correos, whatsapps y toda esa mierda.

Quiero repetir: toda esa mierda, e invento occidental que nos han metido en la cabeza, esa segregación, clasificación, como si fuéramos paquetitos de galletas dispuestos a ser comidos por el poder de la patria. Mi abuela me llama: acabo de jubilarme. Con setenta y pico de años jamás podrá cruzar el charco porque le duelen las piernas de tanto trabajar. Me preguntan que cuándo va a llegar el momento de que empiece a cotizar y me cago de risa y de miedo. Partir para volver a encontrarse en la cola del paro.

Aurora Díaz Obregón © elkarma.eus

 

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