abril 27, 2020

El Final Perdido: El Sexto Sentido

M. Night Shyamalan, director y guionista de El Sexto Sentido (1999), buscaba un final impactante para su tercera película americana. Después de escribir y dirigir Los Primeros Amigos (1998), pretendía volver a sus raíces indias, pero desde un punto de vista más erótico festivo que el de Praying with Anger (1992). Echó la vista atrás y, tras comerse una farola por ir andando sin mirar a donde debía, se fijó en Boolywood.
Lo de que Bruce Willis estaba muerto estaba bien, pero consideraba que le faltaba punch, por lo que decidió alargar el final. El doctor Malcolm Crowe (Willis) se daba cuenta de que, efectivamente, era un cadáver andante, pero no un fantasma, sino un zombie. Cuando termina de pudrirse del todo acude a casa del pequeño Cole (Haley Joel Osment) para seguir comiéndole la oreja, pero esta vez literalmente.
Zombificados los dos protagonistas del filme, se dedican a infectar a media Filadelfia para terminar con un baile colectivo, homenaje al Thriller de Michael Jackson, al estilo indostaní, convencido de que los fans de Jacko acudirían en masa a los cines.
Sin embargo la productora de la película no tenía claro lo de los zombies, porque los consideraba una moda pasajera. Para más INRI, Shyamalan descubriría que un compatriota suyo ya había hecho lo de Thriller con sonrojantes resultados. Por lo que abandonó cualquier intento de epílogo coreografiado.

© elkarma.eus

 

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