Cómic: Flash Gordon
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![]() Mac Raboy & Don Moore Dolmen Érase una vez un señor que se llamaba Alex Raymond. Un día de 1934 se inventó a un gañanazo ario, vestido con mallas y una pistola de rayos, al que llamó Flash Gordon, y le puso a recorrer aventuras espaciales en el planeta con el nombre más políticamente incorrecto de la historia. La página dominical fue un éxito y Raymond se hizo de oro. Pero como la gente tiene la fea costumbre de morirse, o de hacerse vieja, o simplemente quiere algo de tiempo libre para que no puedan contar en un telefilm que no iba a ver los partidos de baseball de su hijo pequeño, varios dibujantes le fueron quitando carga de trabajo. Uno de ellos, el neoyorkino Emmanuel Mac Raboy, se encargaría a partir de 1947 de dibujar al personaje. Probablemente menos célebre que el otro gran sustituto, Dan Barry, que se haría cargo de la tira de prensa pocos años más tarde, Raboy no se limitó a ser el clon de combate de Raymond. Aunque iba a todas partes con un portafolio de dibujos del maestro como esa madre orgullosa que exhibe el recorte de periódico en el que su hijo aparece borracho en una foto de las fiestas patronales. Lo mejor del Flash Mac Raboy, que se había fogueado previamente con Capitán Marvel Jr. y Green Lama, dotó a las peripecias del astronauta por excelencia de una epicidad que lo acercaba más a la space opera que a la ciencia ficción más hard (por decir algo) que acabaría proponiendo Barry. Flash Gordon, Dale Arden y el doctor Zarkov recorrieron Mongo de su mano, y de la del guionista Don Moore, durante 20 años, hasta el fallecimiento de Raboy en 1967. Su legado persiste, sin que se haya visto empañado ni por el tiempo ni por Dino de Laurentis. |
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