EL KARMA: El grupo Mamá Ladilla, integrado por Juan Abarca, Sergio González y Abel del Fresno, vuelve a la carga con la cosa que se alarga, que no es otra que una carrera imparable de más de 26 años. Acaban de lanzar su nuevo disco, Exhuma y sigue.
Habéis dejado claro que no se trata de un “álbum de confinamiento”, sino que está grabado en estudio, como los demás, a pesar de la pandemia. ¿Es porque no creéis eso de que “como en casa en ningún sitio” o porque el estudio es vuestra casa?
Juan: Al final todo casa de una manera u otra, y dios en la de todos. Por cierto, en este disco hay una canción dedicada a dios, con todo el cariño. La grabación está hecha en un estudio, sí, que somos pobresionales. Las fotos con una cámara… en fin, no queremos abrumar con detalles.
Abel: Yo creo que todo en exceso cansa, y estos meses atrás hemos tenido más casa que E.T. Había ganas salir a estirar las ancas y hacer lo que más nos gusta.
Sergio: Personalmente creo que lo mejor que podíamos hacer era salir al mundo exterior y descubrir de nuevo el mundo tan horrible que nos rodea para encerrarnos en un estudio y hacer lo que sabemos hacer.
E.K.: Continuáis siendo fieles a vuestra retranca cínica y surrealista. ¿El contexto actual os ha puesto más difícil trabajar con el humor o, al contrario, os ha abierto un nuevo abanico de posibilidades?
J: Siempre hay posibilidades por doquier, no hace falta que venga la peste negra para tener ganas de reír o hacer el tonto. Aquí estamos para servirles a ustedes.
A: No sé si más difícil pero desde luego es más necesario que nunca, hace falta reírse de las cosas y no dejar que toda esta situación mine nuestro estado de ánimo. El humor es la vacuna del alma… (toma frase guai de esas de perfil de Tinder)
S: Nos merecemos ser felices de nuevo o por lo menos intentarlo, creo que hemos realizado un trabajo acordé a la necesidad de los oyentes o por lo menos lo hemos intentando, milagros a Lourdes.
E.K.: Exhuma y sigue sucede a discos como Quién pudriera, Un bis y a la cama o Coprofonía. ¿Os consideráis los últimos románticos?
J: Cuesta dar siempre en el clavo, cada vez es más difícil enamorar a las doncellas con nuestros títulos, pero es algo que nos gusta cuidar mucho.
A: Más bien necro románticos…
S: Tenemos un disparo como el de Kennedy (nota mental, apuntar esta tontería como título para otra chorrada)
E.K.: En la hoja promocional escribís «si la escucha te irrita, el objetivo está logrado». El título de este nuevo trabajo es provocador, en un contexto social en el que cada día se publican cifras de muertos por coronavirus y sigue coleando el tema de las fosas comunes o incluso el «unboxing» de Franco. ¿Os preocupa el tema de los «ofendiditos» o son gajes del oficio?
J: Espera que pare de reírme con lo del unboxing. ¿Cómo era la pregunta? Ah, sí, son gajes del orificio, sin duda. Ya en el disco anterior decidí huir hacia delante con las letras y contra todo pronóstico casi nadie se ofendió. A ver por dónde sale el sol esta vez.
S: Es un tema peliagudo pero aunque la gente tiene ahora la piel de papel de fumar creo que hay que saber ver todas las opciones posibles y no pensar que están hablando de uno mismo, si no de un reflejo de una sociedad, es curioso que la gente que dice ser más liberal son los más restrictivos pero oye tienen tres problemas, que se ofendan, que se les pase y que nosotros no nos ofendamos.
E.K.: ¿Creéis que la autocensura es el confinamiento perimetral de la creatividad?
J: Es un límite como cualquier otro, pero por lo menos éste no lo impone la autoridad competente sino nosotros mismos, que de competentes tenemos lo justo.
E.K.: Al lanzamiento del disco le ha precedido el single Barbarie. ¿Es preferible a la poesía o son compatibles?
J: El lanzamiento se hará desde Cabo Cañaveral. El single ha sido una manera de intentar que asista el menor número de gente posible, pero parece que no se han arredrado y la preventa va bien. Nosotros ya no podemos hacer más. El single es compatible con la poesía, porque la letra más o menos rima, que no es moco de pavo.
E.K.: Anunciáis gira que os llevará por diferentes ciudades como Sevilla, Córdoba, Valladolid, Valencia o Madrid. Después de más de un año de restricciones, ¿tenéis miedo de que con tanto viaje os pueda dar un ataque de agorafobia?
J: Mira, yo ya no sé ni si siguen existiendo todos esos lugares. Cuando volvamos, si volvemos, te lo cuento.
S: Con lo bien que se estaba en casa ahora volver a la carretera a descubrir tierras lejanas… pues mira de algo hay que morir.
E.K.: Definid a la Mamá Ladilla pandémica en 9 palabras.
J: Todos metidos en casa cagándonos en su puta madre.
A: Aprendiendo a freír un huevo con tus propias lágrimas.
S: Está Escaperoom no me gusta, se me da regular
E.K.: ¿Qué grupo o solista (existente o ya disuelto, histórico, recién llegado…) os gustaría que os hiciera una PCR?
J: Los Cannibal Corpse. Me imagino a Corpsegrinder avanzando hacia mí con el bastoncillo ese en la mano, mirándome fijamente, y se me quitan todas las enfermedades de golpe.
A: Cualquier grupo de Kpop, por eso de que los asiáticos la tiene pequeña y tal…
S: Freddy Mercury o George Michael, ambos tienen experiencia previa en introducir cosas.
E.K.: ¿Y a cuál pondríais en cuarentena?
J: El Dúo Dinámico ha hecho bastante daño ya, yo creo. Así que al Dúo Dinámico.
A: A Leticia Sabater, creo que tras su última operación su parecido con un pangolín es asombroso, y con lo que le gusta comer y ser comida… miedo me da…
S: Pues creo que yo diría a Mamá Ladilla, esa gentuza no para de hacer el mal.
E.K.: En esta Nueva Normalidad, ¿qué es lo último que haréis antes de subir al escenario?
J: No sé, supongo que mirarnos, encogernos de hombros y salir a cantar para los cirujanos.
A: Atarnos las botas, colocarnos los cascos y prepararnos para cortar cabezas de zombie a guitarrazo limpio.
S: Pues ajustarnos el disfraz de Epi de Barrio Sésamo y salir protegidos para los agonizantes oyentes.
E.K.: ¿Y lo primero al bajar?
J: Comentar lo bien que ha ido la operación.
A: Hacer recuento de cabezas.
S: Hacer la danza de la amistad con Caponata y Blas.
E.K.: ¿Sustituirá el gel hidroalcohólico a las cervezas o una cosa no quita la otra?
J: Mira, yo ya soy adicto y no creo que lo deje aunque deje de ser obligatorio inyectárselo. Y la cerveza… tampoco.
A: Espero que sí, ahora que he aprendido a tirarlo bien, con sus dos dedos de burbujas y tal sería una faena tener que volver a la birra.
S: Es cierto que la cerveza te deja las manos pegajosas pero es buena, nos protege y una vez que te acostumbras los chupitos de Gel suben que da gusto
E.K.: A la espera de que vuelvan los macrofestivales, ¿dónde disfrutáis más tocando, en un garito o en una videoconferencia?
J: En un garito por videoconferencia.
A: Yo creo que como estar cara a cara con el publico no hay nada, sean muchos o pocos, ya estamos demasiadas horas delante de una pantalla.
S: Lo que se podría hacer es un concierto presencial pero todos en pijama, no hay que pasar de cero a cien así sin vaselina.
E.K.: ¿Qué disco (propio o ajeno) no pudisteis dejar de escuchar durante el confinamiento?
J: Irremediablemente, el jodido Resistiré del Dúo Dinámico. No fue posible.
A: Un recopilatorio de los Beatles llamado One, mis hijos no paraban de pedírmelo y nos tirábamos escuchándolo todo el día, tanto era así que si el pequeño se ponía a llorar por lo que fuese se lo poníamos y se calmaba y bailaba al instante, mano de santo.
S: Pues yo me enganché a un grupo japonés llamado Niggen Isu que me la ponía… ufff es sólo pensarlo y se anima la cosa.
E.K.: Un consejo para la juventud en estos tiempos de incertidumbre y zozobra socioeconómica.
J: ¡Todo a babor! ¡Izad el foque!
A: Id por la sombra…
S: Que nadie nunca os diga que no podéis hacerlo, todo es posible, menos lo imposible.
E.K.: Una frase para la historia antes de que se confirme el Apocalipsis.
J: ¡Hasta luego, Lucas! Fue bonito mientras duró.
A: … que le corten la cabeza, es la única salida…
S: A mí no me mires, yo voté a Gabilondo.
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