mayo 30, 2021

Cómo se hace: ¿Cómo se hacen los chicles?

columna_cabecera_gr
r164_comosehaceLa goma de mascar es uno de los inventos más absurdos del hombre en lo que a I+D gastronómico se refiere. Aunque existen evidencias de su consumo en la antigua Grecia, se establece su origen en Méjico, Centro América y la Sudamérica Tropical (la otra es más de caramelos de Tafalla). Los pueblos amerindios masticaban savia del árbol Manilkara zapota, de sabor dulce y aromático, que gustaba mucho a los niños aunque solo podían consumirla de postre si se habían comido todo el jaguar. El consumo de los chicles (llamado tzictli por los mayas, que tenían un talento innato para el naming) se volvió muy popular a partir de que se perfeccionase el proceso de extracción de la savia, ya que hasta ese momento cuando al consumidor le entraban ganas de chicle lo que hacía era morder directamente la corteza del árbol (posible origen de la mala fama que la goma de mascar siempre ha tenido entre los dentistas).
La llegada de los españoles a América contribuyó a popularizar el consumo de chicles en Occidente, pero no sería hasta bien entrado el siglo XIX que su venta se hizo masiva a partir de la comercialización de la patente del listo de William F. Semple en 1869.

Su fabricación es tan simple que cualquier niño explotado del sudeste asiático con salario de hambre podría hacerlo. La base de goma se derrite y se crea una masa uniforme que se mezcla con diferentes ingredientes, como edulcorantes, agentes aromatizantes, antiapelmazantes, desengrasantes o anabolizantes (solo con pedido previo). Los ingredientes deben añadirse a la mezcla a determinada temperatura y en el momento correcto, ya que se corre el riesgo de crear por error explosivo plástico de alta potencia. Cosas de la química. De los mezcladores se envía una gran barra de chicle a través de una serie de rodillos que lo transforman en un lazo fino y ancho. El departamento de control de calidad de la empresa fabricante suele prestar especial atención a este momento del proceso (ya que a menudo los rodillos se alquilan los fines de semana, debido a la crisis, a villanos megalómanos que suelen introducir a superagentes secretos enemigos dentro de los rodillos para eliminarles cuando no disponen de tanque de agua con tiburón asesino) para asegurarse de que no quedan restos orgánicos entre la maquinaria. El lazo continuo de chicle se corta en unidades, que se trasladan a un entorno de temperatura controlada para que se enfríen y alcancen la consistencia adecuada. Y de ahí a la caja de herramientas de McGyver.

© elkarma.eus

Pincha aquí para descargarte el PDF de EL KARMA 217