septiembre 26, 2021

Psico: Indolencia paralizante bilateral

El concepto de indolencia tiene un significado doble. Por un lado hace referencia a la pereza y a la haraganería, al “si eso ya mañana”, y por otro a la falta de interés por el sacrificio y dolor ajenos, al “mejor tú que yo”. Podemos estar hablando de una disfunción o trastorno de la personalidad, o de una actitud ante la vida, que de hecho es tendencia. Los indolentes se dividen en dos grupos. En un lado están aquellos que viven en un contexto socioeconómico en el que da igual lo mucho que uno se esfuerce porque los resultados obtenidos tienden a cero. El cabecero de su cama está coronado, metafóricamente se entiende, por un “si hay que ir se va pero ir para nada es tontería” completado por el corolario, “aunque casi mejor ni vamos porque total, para lo que va servir”.

En otro lado están aquellos que sí que van a ese proverbial lugar de la frase, pero si por el camino tienen que saltar por encima de algunas cabezas, lo hacen con diligencia.

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El sentimiento de fondo que inunda a ambos colectivos de indolentes es siempre la desesperanza, la decepción y el egoísmo extremo. Solo que unos no intentan sobreponerse a los embates del destino (bien por evitar un esfuerzo que a priori no compensa, bien porque el viaje lo han hecho antes con desastrosos resultados), mientras los otros se aseguran de que los mencionados embates se carguen a la competencia, por resentimiento o por un instinto de conservación hipertrofiado, sin que la compasión o el más mínimo espíritu de cooperación haga que les tiemble el pulso a la hora de sacar provecho.

Una manera de salir de la indolencia es participar en grupos o asociaciones que persigan un bien colectivo y común. Claro que no es lo mismo participar en un grupo vecinal que pretenda defender el patrimonio histórico artístico del barrio que acabar formando parte de patrullas vecinales cuyo objetivo es apalizar inmigrantes ilegales. Perseguir las metas del grupo en vez de las del individuo tiene esas cosas.

Dra. Luisa Bergara © elkarma.eus

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