enero 9, 2022

Devora y escupe: :(: sonríe, es Navidad :(:

columna_cabecera_gr

Cuando era muy pequeña sólo me gustaba la Navidad por los regalos. Al principio era divertido porque todo envoltorio era bien agradecido, sin esperar nada a cambio. Luego con el tiempo apuntabas tus deseos en una carta de manera más consciente. Abrías paquetitos que no habías pedido. Recuerdo que el primer juego de gameboy que tuve era uno de la NBA y yo no había tocado una pelota de baloncesto en la vida. Si hago una revisión actual de este acto, podría incluir ese juego dentro de una revisión positiva de los estereotipos de género en los juguetes. Sin embargo era el único cartucho que quedaba disponible en la tienda y esas Navidades me quedé sin jugar al Pokémon.

Ahora lo único que me gusta es recibir un sobre que contenga un papelito naranja dentro. Me hace hasta ilusión recrear un árbol lleno de ramas en mi cabeza saliendo del número 50 y hacer cálculos proporcionales hasta agotar ese capital en, quizás, un libro, una cena o el bonotrén de 10 viajes para ir al trabajo. Esas Navidades me quedé sin jugar al Pokémon pero aprendí que la ilusión y el deseo te llevan hacia caminos llenos de frustración. Mi madre seguro que también aprendió a no dejarlo todo para el último momento.

Aurora Díaz Obregón © elkarma.eus

Pincha aquí para descargarte el PDF de EL KARMA 220

Pincha aquí para ir a otras columnas de Aurora Díaz Obregón

Pincha aquí para ir a las columnas de los colaboradores más buscados