marzo 23, 2022

Psico: Impaciencia Severa Incapacitante

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La Impaciencia Severa Incapacitante es un trastorno de la personalidad que afecta a un gran sector de la población y que se manifiesta desde muy temprana edad. Si bien es una afección psicológica común durante la infancia de la mayoría de las personas, su persistencia con la llegada de la madurez la convierte en patología y puede acarrear problemas en las relaciones sociales del individuo, alterar sus niveles de ansiedad y acortar sensiblemente el tamaño de sus uñas. La persona aquejada de ISI tiene una percepción distorsionada de la realidad, y especialmente del tiempo, y cree que las cosas que le rodean, como eventos, respuestas o gratificaciones, tardan demasiado en acontecer. Por esta razón entran en un estado de manía obsesivo-compulsiva que les obliga a apremiar a quienes les rodean, que la mayoría de las veces se limitan a encogerse de hombros, agravando las crisis de ansiedad del sujeto impaciente.

“Normalmente dejamos de preguntar si hemos llegado ya, cuando viajamos con nuestros padres en coche, al despuntar la adolescencia. A esa edad ya centramos nuestros pensamientos en el odio que sentimos hacia nuestros progenitores, y hacia el mundo en general, y el ansia por llegar a destino está muy diluida. Las personas aquejadas de ISI, sin embargo, continúan preguntando cada tres minutos, durante la edad adulta, si ya están cerca de la casa rural a la que se dirigen con el grupo de amigos que aún les quedan”, explica Juanpa Chorra, psicólogo conductista conductual y especialista en terapias de shock con electrodos en los pezones (en los del paciente, se entiende), que aclara que “lo de ‘incapacitante’ es porque dejan a los demás sin ganas de seguir viviendo”.

También hablan de muy cerca

Las personas patológicamente impacientes también acusan a menudo carencias en el manejo de las habilidades sociales. “Tienden a ser muy insistentes cuando se encuentran con un conocido por la calle y este les dice, por cumplir, que ya quedarán un día para tomar un café. Se pasan ese día, y los días sucesivos, enviando docenas de whatsapps cada hora para ver si pueden quedar ya, porque la ausencia de respuesta la atribuyen a un fallo de conexión y no a una falta de interés”, añade Chorra mientras amordaza a un paciente que insiste en que le haga caso en vez de responder a preguntas sobre trastornos de personalidad.

Si bien no existen terapias ocupacionales, porque nadie es capaz de aguantar a personas aquejadas de ISI, que no paran de llamar para ver si ya les han cogido en alguno de los grupos de trabajo, suelen ser personas muy codiciadas por reclutadores de la policía debido a sus altas capacidades a la hora de sacar información a sospechosos de delitos durante los interrogatorios.

Dra. Luisa Bergara © elkarma.eus

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