octubre 16, 2022

Gora Euskadi: Por el cambio

No me canso de repetir en esta columna (sí lo hago pero debo proyectar una imagen de entereza) los compromisos que el medio prensa tiene adquiridos con la ciudadanía, que deposita en él su confianza, ávida de consejo, aliento e instrucción. Los periódicos no se conforman con revelar la verdad, que unas veces se manifiesta ante nuestros ojos de manera descarada y otras de forma más subrepticia y disimulada, como con ínfulas de ninja, sino que deben entrar en el fango y hacer prospección. Diarios como los de, es un suponer, el grupo Vocento nos aúpan, nos colocan sobre sus paternales hombros y nos permiten ver todo aquello que se extiende por encima y más allá de esa valla que es la realidad aparente. Es un decir sin decir. Un aconsejar sin dictar. Una manera de alertarnos sobre lo que nos conviene pero disimulando la condescendencia porque saben que el lector tiende a la suspicacia. Por eso El Correo del domingo 11 de septiembre nos obsequia con un texto a siete columnas, página y media, con el, ya de primeras, inquietante titular “Sin monedas no hay propinas ni ingresos”. Por si el desconcierto y la desorientación no nos hubieran aterido el alma lo suficiente, la entradilla del texto (aquí llega la prospección) nos previene contra lo que, con la que está cayendo, es más que probable que nos acabe afectando en el corto y medio plazo: la falta de dinero en efectivo por el pago con tarjeta merma los recursos de los mendigos.

Es todo un detalle por parte del periódico escribir negro sobre blanco lo que muchos temen pero pocos se atreven a decir. La crisis económica global en ciernes, con una estratosférica subida del IPC, unos precios de la energía y los combustibles que ya se han pasado de largo la estación espacial internacional, una guerra que amenaza con desabastecimientos crónicos y oleadas de refugiados y una insolidaridad social que ya asoma la patita con coaliciones de extrema derecha en países como Italia, no va a tomar rehenes. El diario, sutil como acostumbra, da por hecho que la mendicidad se convertirá de facto en una actividad económica digna de ser tenida en cuenta por el lector medio que, a lo mejor, en el futuro sólo podrá permitirse leer El Correo en la biblioteca municipal o extraído de un contenedor de papel al día siguiente. Los de Vocento saben que el usuario del medio prensa es tozudo y aún se cree perteneciente a la clase media, a pesar de que los indicios digan lo contrario. Por eso, aparte del titular que nos ocupa, han ido diseminando otros en días posteriores, a modo de pistas de escape room, como “Los sueldos crecen en España muy por debajo de la media comunitaria”, “El 27% de la población española, en riesgo de pobreza o exclusión social” o el didáctico “Cómo hablar con los niños sobre dinero. Una relación saludable con las finanzas”.

El lector responsable sabrá agradecerle al diario sus aleccionadoras palabras. Hará balance, evaluará su situación, la proyectará a futuro, dará un paseo por el barrio mientras se fija en las esquinas más céntricas y concurridas y se asegurará de llevar siempre encima cambio en monedas abundante. En cualquier caso, en Wallapop venden datáfonos de segunda mano de lo más asequibles.

Héctor Sánchez © elkarma.eus

 

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