Cómo se hace: ¿Cómo se compone un mapa?
Un mapa es una representación gráfica de un territorio cuyas principales funciones son guiar al viajero y entretener al copiloto de ese viajero desplegándolo y plegándolo (nunca de la misma manera) hasta alcanzar el destino prefijado o hasta que con tanto meneo el piloto del turismo en el que viajan se distraiga, pierda visibilidad y se la pegue en una recóndita carretera nacional. Los sistemas de elaboración de mapas han ido evolucionando y sofisticándose. Al principio de los tiempos, los primitivos cartógrafos hacían subir a sus ayudantes a una pila de escaleras de mano montadas sobre la copa de los árboles más altos y desde allí copiar lo que veían. Sin embargo no era un sistema muy eficiente. El coste de las escaleras, la peligrosidad de la práctica (en esa época aún no se habían inventado los arneses de seguridad ni mucho menos la normativa que regulaba la obligatoriedad de su uso) y el frustrante descubrimiento de que las cotas, las marcas, las líneas de los meridianos y la B de borrasca no aparecían ya dibujadas sobre el terreno sino que las tenía que poner el cartógrafo por su cuenta, terminaron por desalentar a la comunidad científica. Tampoco tuvo mucho éxito amaestrar palomas migratorias para que aprendieran a dibujar al carboncillo; les dio por el cubismo abstracto y los mapas resultaban ininteligibles. El perfeccionamiento de las técnicas de navegación facilitaron la elaboración de mapas, especialmente costeros, y personajes célebres como Ptolomeo, Piri Reis o Juan de la Cosa se forraron vendiendo souvenirs a los turistas. En la actualidad se utilizan técnicas fotogramétricas, que tienen por objetivo la representación del terreno a partir de fotografías aéreas tomadas desde aviones, con lo que se ha perdido todo el encanto artesanal y los mapas al final acaban pareciendo todos iguales. © elkarma.eus |
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