 |
“¿A mí no, que soy compañero? ¡Será pringao! ¡Te comes tus golpes, te detienen y luego a trepar en la organización, joder!…”, así se expresa el veterano agente Anacleto Filemón (nombre ficticio) mientras observa el vídeo en el que un presunto infiltrado implora piedad a sus colegas uniformados. Según los expertos consultados, la labor de los infiltrados es “identificar a los manifestantes violentos” para su posterior detención, nunca “participar directamente” en actos vandálicos. Por qué es inmovilizado el agente de paisano permanece en el misterio. Filemón lo sentencia con socorrido “algo habrá hecho”.
Abel de las Heras © humorenlared.com |
Pincha aquí para volver al reportaje Cállalos suavemente.
¿Te has quedado con las ganas? Tienes más de 3.300 puntos de distribución de EL KARMA
Y si quieres la revista en tu casa todos los meses suscríbete
Pincha aquí para ir al sumario de EL KARMA nº 147