 Hubiera estado bien, pero no. No se trata de la penúltima película superheroica de Zack Snyder acerca de las tribulaciones de Sue Storm y su lucha por conciliar su doble papel de heroína de América capaz de volverse invisible y fiel esposa del líder de los 4 Fantásticos. Bastante tiene Snyder (ese director que cuantas más responsabilidades asume en sus películas peor calificación obtienen estas) con sacar adelante su Batman Vs. Superman.
La Mujer Invisible dirigida por otro grande Hollywood, el también protagonista del film, Ralph Fiennes, trata sobre avatares más mundanos, si bien quienes los padecen son tan populares como los más célebres paladines de Marvel o DC. La cinta cuenta el romance que el escritor Charles Dickens (Fiennes), un personaje en el pico de su popularidad por aquella época (no como los rijosos de Kafka o Kennedy Toole, que no se comieron un colín estando vivos), mantiene con la escandalosamente joven Ellen Ternan (Felicity Jones), a pesar de estar casado con la oronda Catherine Thompson Hogarth, interpretada por Joanna Scanlan, actriz especializada en hacer de persona oronda en películas históricas sobre artistas célebres que se enamoran de jóvenes mucho más jóvenes que ellos (como en La Joven de la Perla). (Más…) |
El título en inglés de esta película es The Bag Man, pero ha sido traducido al castellano como El encargo. Insulso, manido y poco sugerente, tratándose de un film noir sobre un asesino a sueldo que espera paciente en un motel a que aparezca su jefe para que le pague la minuta. Sin embargo, pocas veces un título ha sido tan acertado. Porque la película parece eso, un encargo, rodado de manera rutinaria por un director novel (David Grovic) que pasaba por allí. Un encargo como el que recibieron sus protagonistas, John Cusack y Robert De Niro, aparentemente más preocupados por cobrar sus sueldos millonarios de actor consagrado que por hacer un trabajo actoral de fuste. O tal vez han hecho lo que han podido, sin poder lucirse por culpa de un guión escrito y dirigido con cierto hastío. De hecho, aunque el punto de partido puede parecer interesante (no extraordinariamente novedoso ni escandalosamente revolucionario, pero coquetuelo y cumplidor), con ese hitman aburrido de esperar, que porta una bolsa cuyo contenido no puede mirar. (Más…)
El film 
