El primer gran éxito de James Cameron, con permiso de Piraña 2, se ha convertido a lo largo del tiempo en una película seminal, referente del género de acción y ciencia ficción de los 80, e iniciadora de una saga más fecunda que un matrimonio del Opus Dei. Sin embargo, tanto el planteamiento original del director como su desenlace iban a ser muy diferentes a lo que pudimos ver en pantalla. El origen de la idea no tiene una única fuente. Si bien es cierto que se inspiraba mucho en un cuento de Harlan Ellison, Cameron leería el relato estando muy enfermo. Entre la fiebre, el delirio, la medicación rica en codeína y las revistas porno con las que entreveraba la lectura, sus noches se llenaban de sueños eróticos repletos de pelos cardados, cuerpos musculados y escopetas de cañón recortado. Entre polución nocturna y polución nocturna, el canadiense comenzaría a escribir un primer tratamiento de guión que acabaría en un cajón atestado de calcetines acartonados. (Más…)
Liza Minelli nace en Los Ángeles en 1946, fruto de los amores prohibidos entre su madre, Judy Garland, y uno de los hombres piruleta de El Mago de Oz. Vicente Minelli, que pasa por allí cuando viene de comprar el periódico, ve el potencial de la muchacha y decide reconocerla como hija. Liza, harta de que sus padres se pasen el día en la cocina bailando claqué sobre las tostadas con mermelada y organizando orgías con caniches, en vez de educarla en la estricta moral cristiana, decide abandonar el nido y buscarse la vida en el teatro. Su potente voz, muy útil en su trabajo de reventa de entradas, le abre las puertas del cine musical (y de varias comisarías antes que eso). En 1963 debuta en Broadway con la obra Best Foot Forward, sobre un podólogo adicto al Frenadol. (Más…)