«DISECAREMOS AL ÚLTIMO ASALARIADO»
ENTREVISTA A CÉSAR ALIERTA, PRESIDENTE DE TELEFÓNICA
El rey del cable y la onda, que empezó vendiendo cigarrillos, explica cómo mantenerse en la cima en medio de un sector tan competitivo.
EL KARMA: En 2003 Telefónica planteó un expediente de regulación de empleo (ERE) para despedir a uno de cada tres empleados: 11.000 puestos de trabajo.
C.A.: Está usted en lo cieto. Mano de santo. Despides a uno de cada tres y los dos que se quedan desconfían el uno del otro y se ponen a trabajar como cabrones.
E.K.: ¿Usted cree?
C.A.: Convencido estoy. Es más, luego vas sustituyendo a los veteranos por gente subcontratada joven. Carne fresca, con ganas de comerse la m… el mundo y a correr.
E.K.: Explíquese.
C.A.: En diez años el valor de las acciones de Telefónica ha pasado de 5 euros a 20. Un incremento del 340%. Los trabajadores casi nunca pasan del IPC más un punto, más dos… Pongamos un 8% anual en esos diez años. ¿Me sigue?
E.K.: Con la calculadora en la mano.
C.A.: Cuidado, que las carga el diablo. Pues en diez años, han subido un 80%. ¡Un 80% frente a un 340% del accionista! Y son los que están en plantilla, oiga. Pluses, antigüedades… Que de los subcontratados mejor ni hablamos: 900 euros y a correr. ¿Qué le dice esto?
E.K.: No sé. Preguntaré al próximo técnico que venga a ver qué tal.
C.A.: Psss. Será un autónomo, de esos que nunca pueden ponerse enfermos. Un emprendedor como yo. Remando todos en el mismo barco. Up, aro, up, aro.
E.K.: Entonces ya no quedan asalariados…
C.A.: Alguno sí, hombre, alguno sí. No puedes echar a todo el mundo en la pradera a la vez, que se mosquearían. Ahora, al último, último, lo disecaremos y lo mostraremos junto a los primeros telégrafos en el Museo de las Telecomunicaciones.