A la ciudad de Roma y al mundo, Benedicto XVI emite un mensaje lleno de amor fraterno, compasión universal y esperanza contagiosa: ni condón ni hostias. Bueno, hostias sí y a diestro y siniestro. La recomendación oficial del Papa, para evitar el SIDA y las enfermedades de transmisión sexual es no practicar el sexo con otras personas fuera del santo matrimonio eclesiástico entre hombre y mujer. Como Dios manda.

Las relaciones entre hombre y mujer fuera del santo sacramento, las relaciones entre personas de igual sexo o el sexo solitario tampoco las ve con buenos ojos la Santa Madre Iglesia. Es lo que tiene conocer la condición humana a fondo tras 2009 años en el negocio de salvar almas y quemar cuerpos. Las alternativas de la Iglesia se reducen a tres: abstinencia, castidad y, para los especialmente resistentes, el celibato. La elección, al final, es tuya. Sus resultados , también.

Julio Albitre Polo, director de EL KARMA

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