La Casa Real ha desmentido que el distanciamiento entre el rey Felipe VI y su padre tenga que ver con los escándalos financieros del emérito. Según fuentes cercanas a Zarzuela, obedece a que Juan Carlos I es una persona mayor y, por tanto, de riesgo. Nadie de la regia familia se le acerca para evitar así cualquier posibilidad de contagio del coronavirus. “Lleva muy mal lo de ponerse la mascarilla, ya sabe cómo son los viejos”, comentaba en voz baja un chambelán anónimo.

Estas mismas fuentes aseguran que, cuando se supo lo de la cláusula que restringía el acceso a los 64,8 millones de euros de Arabia Saudí, algunos familiares plantearon ingresar al ex monarca en una residencia madrileña ya que “con esa cadera iba a ser el hazmerreír de los clubs de merengue de República Dominicana, y no queremos eso”.

Corinna zu Sayn-Wittgenstein ha ofrecido a Zarzuela encargarse del aseo del anciano para que el erario público pueda ahorrarse contratar una cuidadora.

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