marzo 18, 2015

Campus Kanpo: Hacia atrás

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Algunas noticias de prensa me indignan y no por el contenido en sí, sino por las palabras utilizadas para explicar un hecho. ¿Por qué tenemos que decir la nacionalidad de los delincuentes? ¿Es un dato tan relevante? Creo que en el 90% de los casos, sobra. La mayoría de la gente es muy xenófoba y lo mejor de todo es que no se da cuenta de ello. Y si a eso le sumamos que estamos inmersos en plena crisis económica, el miedo agudiza todavía más nuestros instintos más egoístas. Si algún ayuntamiento del norte de España defendiese que solamente los de pelo moreno y piel clara deberían tener derecho a cobrar ayudas sociales, seguramente sería apoyado por la mayoría. Y aunque fuese cierto que algún rubio se aprovechase de las RGI, no habría que generalizar.
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marzo 17, 2015

Hotel y Domicilio: Diplomacia

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r165_hotelEl 24 de agosto de 1944 la cosa no pintaba bien para París. La ciudad de la luz, ocupada por la Alemania nazi, estaba a punto de ser tomada por los aliados. El general Von Choltitz (Neils Arestrup) recibe la orden de Hitler de volar los puentes y edificios emblemáticos de la ciudad para que cuando la ciudad caiga el ejército de liberación solo encuentre ruinas y escombros. Algo así como  rajar el balón de reglamento que le robaste a tu vecino antes de devolvérselo, persuadido por las amenazas de su primo, practicante de thai boxing. Como todo el mundo sabe, SPOILER ALERT, París no fue destruida. Superman II hubiese quedado muy deslucida sin Torre Eiffel. El culpable (de la salvación de París, no de Superman II), según la película de Volker Schlöndorff (ganador del Oscar por El tambor de Hojalata, también con nazis), es el cónsul sueco Raoul Nording (André Dussollier). (Más…)

marzo 16, 2015

Juego de niños: Reciclaje

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Para Julio Cortázar un paraguas roto y abandonado a su suerte era una de las cosas más tristes que pueden encontrarse. Y tenía razón. A cualquiera se le parte el alma cuando, tras del agua y del viento, las papeleras de la calle se llenan de esos despojos. De modo que Oliveira y la Maga, los protagonistas de Rayuela, se afanan en dar un final digno al paraguas de ella. Así empieza la novela de Cortázar, claro que con París como escenario y la genialidad del argentino hasta el entierro de un paraguas tiene su aquel. (Más…)
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