junio 4, 2014

Hadouken! Hadouken!: Accionistas y jugadores

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Lorne Lanning, el creador del mítico juego de plataformas y puzles Abe’s Oddysee que nos deslumbró a finales de los 90, ha hablado recientemente sobre el remake en alta definición que preparan del mismo. Aunque según él “no es un puto remake HD”.
Lanning reniega de sus experiencias con grandes distribuidoras como EA o GT Interactive, por eso afirma sin tapujos: “Que le jodan a ese modelo de negocio. Yo no quiero participar en él, porque es un modelo de negocio perdedor. Preferiría no hacer juegos a convertirme en un puto esclavo para grandes compañías que se preocupan más de sus accionistas que de sus clientes”. (Más…)

junio 3, 2014

Psico: Síndrome del salvador

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r162_psicoEl Síndrome del Salvador o del Perro San Bernardo se da generalmente en el contexto de las relaciones de pareja, cuando uno de los dos miembros se autoerige como “salvador” de la otra persona y convierte en cruzada personal protegerla y salvarla de todos los problemas que pueda encontrarse. “Esto que podría parecer un chollo… no olvidemos que lo normal es pelear a cuchillo por ver quien se libra de bajar la basura… puede ser un infierno”, explica Ricardo Borriquero, psiquiatra forense, “ya que la labor del salvador solo tiene sentido mientras es necesaria. Si la otra persona se las arregla sola, su rol corre peligro. Y de ahí a la vieja loca de Misery hay un paso”. La cuestión es que el san bernardo puede actuar así por empatía hiperdesarrollada, adelantándose a las necesidades de su pareja sin su consentimiento, o por una imperiosa necesidad de control. (Más…)

junio 2, 2014

Oreja a la Plancha: Fauna zombie

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Ese perfecto imbécil que te aborda en el camerino sin conocerte de nada cuando más tranquilo estás con la única intención de explicarte bien explicado que no le impresionas aunque seas «el de tal grupo», que no te vayas a creer una estrella, que en este mundo somos todos iguales y que además tu música no le gusta. Que no le va, que a él le va otro rollo, que quede bien claro. Que se sepa que no te piensa hacer reverencia alguna porque tú seas tú, faltaría más. Que le importas una mierda, hala, ya está dicho. Todo esto así directamente, sin que la conversación – monólogo más bien, o «mongólogo»– haya llegado por vía fluida a esos derroteros procedente de otros más amables. A cascoporro, sin avisar, sin saludar, sin ser presentados por algún sufrido mediador. Y tú asintiendo por no discutir, mientras piensas a lo Homer «Ajaaa… Patatas fritaaas». (Más…)
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