Las hermanas franco-cubanas, Naomi y Lisa-Kaindé Díaz, no son hijas de Changó y Osun, como indicaría el orixa que las bautiza, pero ni falta que les hace. Si trabajos anteriores han podido tener un aire más tenebroso, fúnebre incluso, más por la temática de sus lyrics que por la música, Ash se torna más luminoso. Más reivindicativo que sombrío. Más Oshún que Yansa. Para cuadrar el círculo La Mala se arranca en Me voy.

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Ahora que en las redes sociales todo el mundo puede ir al Papa de Roma y decirle a la cara que sus subalternos violan niños, o a Trump que apesta o a Slayer que están acabados, lo que hace la gente es justo eso. De todas las potencialidades a nuestro alcance, escogemos las peores y nos quedamos tan anchos. Antes los que podían organizaban guerras y genocidios, y estaba en nuestra mano pensar que eran unos hijos de perra, o incluso decirlo en voz alta delante de unos botellines. Los gobernantes nos puteaban porque podían, la policía nos daba un bofetón y nos quitaba un porro porque podía, el fuerte sometía al débil porque podía… todo esto sigue ocurriendo, claro. Pero ahora además alguien a quien no le ha gustado el contenido de tu último trabajo creativo te desea la muerte o la ruina, porque puede. O uno que no piensa como tú habla abiertamente de gasear o quemar a los que discrepen de lo suyo, porque puede. Y cuanto más imbécil, más posibilidades de que «se viralice».
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2.- Finalmente te llaman para una entrevista de trabajo, pero no eres la persona seleccionada. ¿Qué pasa por tu cabeza?
a.- Que les ha parecido que el trabajo se me queda pequeño, como es de sentido común, y me están buscando un puestazo más acorde.
b.- En realidad me pasan muchas cosas. No trabajo, no dinero. Mal. Trabajo, madrugar. Mal. Confusión. Duda. Zozobra existencial.
c.- Que me han calado pero bien. Nunca jamás nadie me contratará en la vida. A lo mejor alimentarse de cartón no es tan malo. (Más…)