Tras la movida de Charlie Hebdo hemos visto y escuchado, aparte de unas cuantas simpáticas conspiranoias nuevas, una montaña de opiniones sobre las reacciones de unos y de otros, los infinitos matices del asunto que subyace tras el atentado y las mil reflexiones que deberíamos hacer acerca de esto o aquello. Quiere decir que sin duda la masacre ha tocado el inconsciente colectivo mucho más que otras cosas. Más que otras desgracias que «ocurren lejos» y nos importan tres cojones porque no las vemos, por ejemplo. O quizá a muchos nos ha tocado la fibra porque de alguna manera ha sido atacado el corazón del gremio de los sátiros cabronazos, y eso nos afecta al menos como usuarios, aunque no leamos esa revista; o si nos dedicamos a cosas parecidas como es mi caso, en cierto modo como compañeros. (Más…) |