abril 5, 2014

Debajo de la palmera: La tesina de Tejero sobre el uso de pelotas de goma

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Una película de Berlanga, o de Chummy Chumez, o de Buñuel, o de Fernandel, no encontrarían mejor guión que lo que hemos vivido estas semanas recordatorias de aquel golpe de estado del 23-F cuando nos hemos enterado que el hijo de aquel teniente coronel de grandes mostachos, organizó una paellada en su cuartel de Valdemoro para recordar la hazaña de su padre cuando entró en el congreso, pistola en ristre, y gritó aquello de «¡Quieto todo el mundo!» y «Todo el mundo al suelo!”. Seguramente en la paellada no gritarían estas cosas ni el padre, ni el hijo, y la paella la harían sin el tricornio puesto. (Más…)

abril 2, 2014

Butaca de Gallinero: Otros tiempos

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Cómo cambian las cosas. Cuando yo era un chaval, en aquellos tiempos en los que la hierba era más verde y teníamos que llamar a nuestros amigos al teléfono fijo (madre mediante) para quedar porque no existían los móviles ni Internet, las películas aparecían de la nada. Solo unos cuantos snobs leían prensa especializada y se enteraban de los estrenos inminentes. Pero, para los demás, eran algo súbito que, de repente, aparecían anunciados en televisión o en el periódico. Y después sí. Después del estreno se hablaba de las películas (ya estrenadas) hasta en la sopa. Permanecían en el candelero durante meses, la gente hablaba de ellas en la calle y fantaseaba con el momento en el que saldrían a vídeo y (soñar siempre ha sido barato) los pasarían en televisión. (Más…)

abril 1, 2014

Hadouken! Hadouken!: Depredadores

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Hasta hace poco, sospechaba que los creadores de Candy Crush Saga, el juego favorito de amas de casa y gente que no valora su tiempo en general, no eran trigo limpio. Pero con lo que ha ocurrido últimamente, ya no me cabe duda alguna: son unos cabrones aprovechados.
Lo de que su juego sea un plagio, da igual. Que esté concebido como una droga para atrapar a gente estúpida y obligarles a gastar su dinero, es lo de menos. No contentos con eso, sus creadores han emprendido una absurda batalla legal. Comenzaron registrando la palabra “candy” para que el término en el ámbito de los juegos les pertenezca. (Más…)
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