1.- Cuando te miras al espejo…
a.- Agradezco al hacedor supremo dotarme de un físico privilegiado y al mismo tiempo darme la fuerza necesaria para resistir el deseo concupiscente de abalanzarme sobre mi reflejo.
b.- Me doy cuenta de que se me ha olvidado otra vez comprar el limpia cristales, pero le paso un calcetín sudado y más o menos vuelvo a verme de nuevo. Algo borroso, eso sí.
c.- Veo cómo una abominación de la naturaleza me devuelve la mirada. Me arrancaría los ojos pero mis dedos rechonchos y deformes son incapaces de sujetar la cucharilla de postre.
2.- ¿Estás conforme con tu peso?
a.- Creo que un ser tan perfecto y armónico como yo merecería tener un mayor peso en la toma de decisiones que competen al resto de los mortales, pero la ONU no me coge el teléfono.
b.- Más o menos. De momento no quiero cambiarlo. Imagino que habrá pesos digitales más precisos pero vamos, que por lo que me costó en el Ikea, el que tengo me hace servicio de sobra.
c.- ¿Está loca? ¿Me toma el pelo? ¿Pero usted me ha visto? A veces empatizo con mi báscula y me pregunto por qué sigue ahí, en el baño, en vez de abandonar a un ser tan horrible como yo. (Más…) |