Hotel y Domicilio: Se armó la gorda
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 Ian McNaughton se atrevió, allá por 1971, a reunir en formato cinematográfico, los mejores sketches del programa Monty Python Flying Circus. Una tarea difícil de condensación de tanta neurastenia, desenfreno y locura catódica destilada por el grupo cómico británico. Los grandes iconos y preocupaciones de la sociedad occidental van cayendo uno a uno, talados por el hacha bien afilada y sin una gota de vaselina de los padres putativos del humor surrealista inglés moderno. Una joya imprescindible para tener junto a los videos de Faemino y Cansado.Horacio Sandoval © humorenlared.com (Más…) |
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La primera película dirigida por Juan Antonio Bardem tras la muerte de Franco no podía ser una comedia ligera. Aunque se le pareciera mucho desde fuera, sobre todo por la presencia de un Alfredo Landa. El público pronto se daría cuenta de que no salen ni suecas ni emigrantes, rumbo a Alemania. Una road movie castiza, un Easy Raider con Montesa Impala en vez de chopper, un recorrido por una época y un país más perdido que un pulpo en un garaje a lo largo de carreteras comerciales de glamour en entredicho.
Imaginemos que la alegre comparsa del Cirque du Soleil recorriese el mundo permaneciendo una sola noche en cada ciudad, pero representara un espectáculo que incluyera vampiros buenrollistas que no comen otra cosa que croquetas precocinadas, vampiresas malvadas más aficionadas a los redondos de persona con su guarnición, mujeres barbudas colegas del Spa de Penélope Cruz y enamoradas de empresarios millonarios franceses, gigantes de maneras suaves y afectadas, adolescentes lagarto obsesionados por las camisetas de pájaros, hombres lobo con barba de tres días o enanos con la frente del tamaño de un frontón. No se trata de un cruce entre el gran circo Atlas y la serie Crepúsculo, sino del nuevo flim de Paul Weitz (el director que logró que un chaval de 12 años se comiera vivo en pantalla a Hugh Grant en Un niño grande; Grant tiene otros gustos en lo que se refiere a que 
