La goma de mascar es uno de los inventos más absurdos del hombre en lo que a I+D gastronómico se refiere. Aunque existen evidencias de su consumo en la antigua Grecia, se establece su origen en Méjico, Centro América y la Sudamérica Tropical (la otra es más de caramelos de Tafalla). Los pueblos amerindios masticaban savia del árbol Manilkara zapota, de sabor dulce y aromático, que gustaba mucho a los niños aunque solo podían consumirla de postre si se habían comido todo el jaguar. El consumo de los chicles (llamado tzictli por los mayas, que tenían un talento innato para el naming) se volvió muy popular a partir de que se perfeccionase el proceso de extracción de la savia, ya que hasta ese momento cuando al consumidor le entraban ganas de chicle lo que hacía era morder directamente la corteza del árbol (posible origen de la mala fama que la goma de mascar siempre ha tenido entre los dentistas). (Más…) |