El Síndrome del Salvador Severo (severo el síndrome, no que al redentor emulado le guste sacar a pasear la zapatilla), también llamado del Perro San Bernardo, se da generalmente en el contexto de las relaciones de pareja, cuando uno de los dos miembros se autoerige como “salvador” de la otra persona y convierte en cruzada personal protegerla y salvarla de todos los problemas que pueda encontrarse.
“Esto que podría parecer un chollo… no olvidemos que lo normal es pelear a cuchillo por ver quien se libra de bajar la basura… puede ser un infierno”, explica Ricardo Borriquero, psiquiatra forense, “ya que la labor del salvador sólo tiene sentido mientras es necesaria. Si la otra persona se las arregla sola, su rol corre peligro. Y de ahí a la vieja loca de Misery hay un paso”. (Más…) |