Llevo varios años criticando duramente el estancamiento de los juegos comerciales de gran presupuesto, con Activision, Ubisoft y EA a la cabeza. Muchos hacemos proselitismo de los títulos independientes que han venido a salvar esta industria del aburrimiento y la monotonía, por estar más preocupada de fijarse en el (mal) cine y aumentar el gasto en vez de la innovación. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce: de un tiempo a esta parte, ciertos estudios pequeños han decidido imitar a sus hermanos mayores y repetir sus mismos vicios al entregarnos secuelas de su gran éxito, a costa de convertirse en simples one-hit wonders.
(Más…)

Al final ha acabado ocurriendo lo que muchos sospechábamos, aunque cruzábamos los dedos para que no fuera así. No, no hablo del Gobierno de España, sino de algo ligeramente menos predecible y doloroso: No Man’s Sky es un timo. El esperado juego indie hipervitaminado sobre explorar planetas generados aleatoriamente en el espacio, con fauna y flora creados también al azar nos dejó boquiabiertos hace dos años. Las mil promesas de su creador han resultado en su mayoría falsas. Y me niego a hacer más paralelismos con la política nacional. Incluso han tenido que poner una pegatina sobre la caja donde se anunciaba el modo online, finalmente inexistente.
(Más…)

Left 4 Dead fue una de las mejores sagas de la pasada generación y, personalmente, le he dedicado casi tantas horas como a la mítica Serpiente de Nokia. Tras ese éxito, su desarrolladora se independizó de Valve, que le había ayudado a crear el juego cooperativo contra zombis saltarines y de lenguas largas; como Muniain, pero más inteligentes. Cinco años después lanzó Evolve, que repetía el concepto de su obra maestra, pero cambiando infectados por monstruos más horripilantes y dejando de lado la ambientación urbana actual por una selva en plan Depredador. Los fans del original torcimos el morro, pues ahora todo se basaba en partidas cortas, no en una historia lineal que daba lugar a situaciones divertidas y diferentes.

(Más…)