Cuando Richard LaGravenese se puso delante de la novela Los Puentes de Madison County, de Robert James Waller para escribir el guión de la película tuvo una subida de azúcar que casi lo lleva al otro barrio a pesar de no haber sufrido ningún tipo de variedad de diabetes en el pasado. Para evitar futuros sustos le propuso a su director, Clint Eastwood, cambiar el final. Y parte del principio. Y un poco lo de en medio. La versión de LaGravenese planteaba la hipótesis de que Robert Kinkaid (Eastwood), al igual que el marido de Francesca (Streep) había servido en el ejército americano durante la Segunda Guerra Mundial, sólo que en vez de en Italia, como el esposo, lo había hecho en el Sur del Pacífico. Esta circunstancia provocaba en la italiana una atracción irrefrenable hacia el fotógrafo de National Geographic que involucraba sesiones de fotos guarras, látigos, cera derretida y arneses de cuero. (Más…) |