Resacón en la Iglesia
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![]() «Dios mío, me acuerdo del hermano aquel con el rabo en la mano, de sus abrazos, de su manía de juguetear levantándote la camisa y me pregunto si no me estaría magreando sin yo saberlo. Y luego estaba el Calimero, que daba “particulares” de guitarra. A ese le gustaban las niñas. Era un raro… curas alegres, niños tristes”, rememora un padre treintañero mientras observa incrédulo la carta que ha recibido, animándolo a matricular a sus hijos en el mismo centro donde él estudió. (Más…) |