¡Es que la vida no se acaba con la jubilación, no señor! Al principio se pasa mal, claro que sí. Estás ahí, como un mueble en medio del pasillo. Intentando, a tus 55 años, llegar a fin de mes con 52,49 millones de euros. Te sientes un poco como un minero atrapado en el fondo del pozo y de repente te llaman para salvar Bankia por 600.000 al año. ¡Rock ‘n Roll!

¿Y a quién cojones  le importa con cuánto te jubilas? En 2009 advertí que lo peor estaba por venir y el tiempo me ha dado la razón. Cuando dejé ese mundo atrás, a pesar de mis marrones legales, conseguí pasar desapercibido. Bueno, de vez en cuando salgo en la Mirilla de EL CORREO. Como es un negocio de la Familia, qué le vas a hacer. Cosas de mi “bela figura”.

Alfredo Sáenz ha sido un banquero muy notable, rozando el sobresaliente. Cuando prescri, olvidem…  eeh… Cuando pase el tiempo tendrá un gran papel en la historia financiera que es mejor que acabar ahora empapelado. Aunque oiga, ¿quién no ha tenido problemas con la justicia alguna vez? Mire por ejemplo a los desahuciados o a Miguel Ángel Rodríguez.