Según han revelado fuentes próximas a la Federación Gallega de Comercio, un empresario de Ferrol ha comenzado a comercializar los pellets de plástico vertidos en las costas del Cantábrico occidental procedentes del buque Toconao como ‘caviar al dente’, a un precio mucho más asequible que el caviar de beluga tradicional, al alcance de todos los bolsillos. El empresario, que por el momento prefiere mantenerse en el anonimato “porque hay mucha envidia” ha informado de que su producto aún no está inscrito en el Registro Sanitario pero que ya irá viendo en función de cómo funcione en tiendas, mercadillos y rincones oscuros de aparcamientos “porque meterse en burocracias sin hacerse una idea de cómo se va a dar el negocio es tontería”.

Paladares exigentes

Tras la declaración de la Xunta de que las “bolitas” de 5 mm. encontradas en playas de la costa de Ferrolterra, Oleiros, Outes y la Mariña lucense no son “peligrosas ni tóxicas”, el empresario gallego se ha dedicado a rastrear los areneros, embotar el producto y comenzar a venderlo “para contribuir a dar un toque de categoría y distinción a los canapés de los ciudadanos que a lo mejor se tienen que quedar con las ganas de comer huevas de esturión pero que encuentran aquí una alternativa más económica”.

Ante la suspicacia de organizaciones de consumidores como FACUA o la OCU, que no tienen del todo claro que las microesferas de plástico sean aptas para consumo humano por mucho que se sirvan sobre crujiente con cama de queso Philadelphia, el emprendedor ferrolano ha respondido que también llamaron loco al tipo que inventó el surimi diciendo que eran patas de cangrejo “y no veo que se montase tanto drama”.

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