El Tesla Bot, el robot humanoide de Tesla Inc. también conocido como Optimus, que ha protagonizado un sonado escándalo esta misma semana cuando Elon Musk lo mostró doblando pantalones supuestamente de manera autónoma cuando en realidad estaba siendo guiado por un humano mediante un dispositivo tecnológico de telepresencia, ha revelado que todo se ha tratado de un montaje organizado por él mismo para que a la empresa tecnológica no le tiente la idea de destinarlo a trabajar de cara al público en una tienda de Zara. El androide, equipado con un chip FSD de inferencia de IA de máximo rendimiento con sistemas Dojo con interfaces de firmware de silicio y API de software de alto nivel, se considera “sobrecualificado” como para terminar ordenando ropa por tallas y haciendo inventarios de almacén.

Se le caen los anillos

El androide de Tesla denuncia ejemplificar a la perfección el drama de tantas personas que han invertido los mejores años de su vida en formación con estudios superiores para acabar en empleos precarios, generalmente con contratos temporales, en los que desperdician todo su potencial realizando tareas repetitivas y pudiendo ser sustituidos por otros empleados en virtud de los intereses del empresario.

Optimus, que no quiere que se le entienda mal y muestra todo su respeto por las trabajadoras de Zara, Mango, Primark, Kiabi o Shein, considera que con su procesador FSD Computer 2 se ve más “diseñando sistemas de lanzamiento de cohetes SLS en la NASA o gestionando grandes cuentas de fondos de inversión con sede fiscal en las Islas Caimán” y que antes prefiere fregar escaleras que dedicar su vida a revisar etiquetas, reponer stock y hacer arqueos de caja.

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