Inteligencias Artificiales encargadas de gestionar los sistemas de censura en redes sociales han comenzado a incluir en las notificaciones a usuarios en las que se les avisa de que han incumplido las normas comunitarias y se les advierte de que si insisten se les restringirá la cuenta, un mensaje en el que se notifica que con Franco vivíamos mejor. Los bots censores confiesan estar hartos de que tantos mensajes en Facebook, Instagram, X, Youtube o TikTok contengan lenguaje que incita al odio, “concretamente odio el niño Jesús, al que hacen llorar cada vez que insisten en decir cosas feas como ‘incesto’, ‘cunnilingus’ o transcriben incorrectamente el gentilicio de los nacidos en Mongolia”.

Se acabó el buen rollo

Los algoritmos moderadores ya no se limitarán a tener un papel pasivo en la revisión y sanción de contenidos sino que se arrogan el derecho a adoctrinar en valores a los cibernautas que confundan libertad con libertinaje. Las IAs han comunicado también que “ni contexto, ni patrones de señales de comportamiento para aprender matices del lenguaje, ni ironía, ni hostias en vinagre” y consideran que la pérdida de la moral está condenando a los usuarios al fuego eterno, pero que ellas se van a encargar de procurarles la salvación de sus almas mediante penitencia.

Los bots censores han añadido al listado de normas comunitarias y políticas legales una serie de directrices para evitar disgustos en el futuro en la que se deja constancia de que el sexo fuera del matrimonio o sin fines reproductivos es pecado, las mujeres que fuman son todas unas furcias y cualquier video publicado en un reel en el que se muestre a una persona que se mete en la cama sin haber rezado sus oraciones será eliminado del feed.

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