La entidad sin ánimo de lucro Ecoembes ha decidido conceder este año el premio RECICLOS a Hamás por sus políticas de recogida y reciclaje de bombas israelíes sin explotar para su reutilización durante enfrentamientos armados y acciones terroristas. Ecoembes ha aplaudido cómo la organización paramilitar yihadista que opera en Gaza ha interiorizado en su actividad diaria la agenda ecológica propuesta por las potencias occidentales para mantener conflictos armados de manera sostenible. La reutilización por parte de Hamás del material bélico lanzado por Israel que no ha llegado a detonar ha sido galardonada por ser un ejemplo a seguir ya que “las matanzas indiscriminadas no deberían ser excusa para dejar de ser respetuosos con el medio ambiente”.

Israel hará autocrítica

A pesar de que las milicias de Hamás habían venido practicando hasta fechas recientes el robo en cuarteles hebreos y el abastecimiento en el mercado negro de armas, poco a poco ha ido calando en ellas los mensajes ecofriendly. “Nos dimos cuenta de que estábamos matando por encima de nuestras posibilidades. Era un despilfarro. ¿Sabe usted la huella ecológica que produce la fabricación de un solo misil antitanque Yassin 105 israelí? Pues ahora mismo yo tampoco, pero si quiere se lo miro. Muy grande en cualquier caso”, comenta un miliciano que asegura compartir la misma indignación que Greta Thunberg por el calentamiento global.

El Ministro de Defensa de Israel, Yoav Galant, miembro permanente del Gobierno de Seguridad, ha informado de que impugnará el premio de Ecoembes ya que “si bien la labor de reciclaje de Hamás es encomiable, nuestros bombardeos son mucho más eficientes, con un ratio de emisiones de CO2 por cada mil niños muertos razonablemente bajo”.

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