José Torsión Bucle, repartidor de Amazon, ha detenido el tiempo al “tomárselo para pensar en sus cosas”. La interrupción de sus entregas en el departamento de Física Experimental del Massachusetts Institute of Technology ha provocado una reacción en conga que ha detenido el flujo del continuo espacio-tiempo. Se han detectado focos primero en el MIT, más tarde en Boston, después en Massachusetts y posteriormente en la Costa Este de los Estados Unidos. “Un gran poder implica una gran responsabilidad”, ha dicho consternado Jeff Bezos, fundador de Amazon, mientras ha prometido “seguir repartiendo sonrisas” cuando se solucione la situación.

Qué pereza

Torsión Bucle debía entregar al profesor Franz de Copenhague, investigador invitado en el MIT, doscientas tablas de arcilla con los resultados del reciente experimento de la Universidad de Cambridge que describe un viaje hacia atrás en el tiempo mediante una simulación que manipula el entrelazamiento cuántico. Bucle ha declarado a las autoridades que hasta la fecha, “sea la que sea”, jamás le había ocurrido nada semejante. “Movidas con el espacio he tenido, sobre todo al estacionar. Hay mucho cabrón adicto al claxon”, ha declarado consternado. La fiscal de detrito Alice Wonderland admite que la detención del tiempo no afecta a todas las personas por igual pero que es un delito de “terrorismo de todo punto inamnistiable”.

Según la psicóloga Momo Dorra son sensibles a la detención personas estresadas a las que “se les da la vuelta la mandarina” y pasan de sentir que no tienen tiempo para nada a percibir su entorno como un “gigantesco e inmutable vertedero vital” en el que no merece la pena apresurarse.

© elkarma.eus