Una mujer sembró el pánico en la tarde de ayer en un parque público de Getafe cuando comenzó a llamar a gritos a sus hijas Socorro y Auxilio, a las que había perdido de vista y buscaba para poder volver a casa para cenar y que no se les hiciera tarde antes de que empezara El Hormiguero. Decenas de personas que se encontraban en el parque Fernando Múgica comenzaron a huir despavoridas del recinto ante la amenaza sin identificar, provocando una estampida humana que se saldó con numerosos heridos por contusiones, aplastamientos y reacciones anafilácticas al atravesar los parterres llenos de ortigas. A pesar del caos generado, las niñas no se dieron por aludidas y continuaron apedreando un avispero, ajenas a los alaridos de su progenitora.

La fuerza de la costumbre

La mujer recorrió el parque llamando a sus hijas, haciendo altavoz con las dos manos, durante aproximadamente tres cuartos de hora, totalmente concentrada en la búsqueda de Socorro, de once años, y Auxilio, de siete, sin responder a las preguntas de otros visitantes del parque acerca del motivo de la alarma. Tras circular rumores tempranos sobre la presencia de terroristas yihadistas partidarios de Puigdemont que habrían okupado un piso cercano para celebrar ritos satánicos y grabar videos pornográficos con chimpancés menores de edad, empezó a propagarse la idea de que en realidad lo que sucedía era que se había escapado una jauría de perros salvajes traumatizados tras ver el anuncio de las natillas de chocolate del Dia de Mario Vaquerizo, viviéndose escenas de auténtico terror hasta que se aclaró el malentendido.

La madre fue conducida a comisaría por policías de proximidad acusada de alterar el orden público, en parte contenta por no tener ya que hacer la cena.

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